Licencias representan retos para orfanatos
Orfanatos de Baja California, apenas se sostienen por sí mismos, las dificultades económicas que sufren estas unidades, los han empujado a vender diversos artículos en tianguis, a llevar a cabo rifas o sorteos, entre otras estrategias, esto para cubrir algunas de las necesidades básicas de los menores en situación de abandono que son apoyados por estas instituciones.
Otra problemática a la que tendrán que enfrentarse los directivos de orfanatos, es la que supone la creciente y actual exigencia del cumplimiento de costosos requisitos para obtener las licencias que les permite operar legalmente.
Según cifras del DIF, en Baja California, operan 127 instituciones inscritas ante esta dependencia, las cuales ofrecen atención a niños y adolescentes. No obstante, los apoyos por parte del gobierno, son escasos. Por otro lado, la Secretaría de Desarrollo Social, destina apoyos a varias casas hogares para atender sus respectivos proyectos.
Pero, los costos para cumplir con los requisitos legales solicitados, ascienden hasta el millón de pesos, dependiendo además, de las condiciones y el tamaño de las unidades. Un ejemplo, es el caso de la casa hogar Betesda en Mexicali, cuyo gasto de operatividad mensual (independiente a lo expresado anteriormente) ronda cerca de los 80 mil pesos.
El director y representante del orfanatorio, José Vargas Salas, comenta que el proceso para obtener la licencia de operación, ha sido largo y costoso, pero que se ha esforzado para conseguirlo y que esto ha valido la pena.
“Cuando terminas el proceso, sientes más seguridad para ti mismo, para los niños, donde Protección Civil, Bomberos y la Procuraduría están involucrados”, recalcó.
La casa hogar Betesda, requería cambiar el cableado eléctrico, modificar la seguridad, obtener una licencia ambiental y un dictamen de gas así como uno estructural.
“Estaba muy desanimado, pero al final de cuentas sentí ese llamado a apoyar a los niños, me decidí a echarle todas las ganas hasta lograr certificarlo, invertí todo el dinero que tenía y lo platiqué con otras personas para que se unieran, porque si no tendríamos que cerrar”, puntualizó, Vargas Salas.